Balance positivo de la 41 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión
Tras 24 días con las librerías abiertas en la Plaza Nueva, la 41ª edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla se despidió ayer con un balance optimista, ya que, si bien en 2018 se ha producido un ligero descenso tanto en el número de asistentes como en el volumen de ventas, la apuesta por la programación cultural ha tenido resultados satisfactorios, con la participación de más de 500 personas.
Aunque es imposible cuantificar el número de asistentes a la Feria, ya que se trata de un recinto abierto, las impresiones de las librerías participantes coinciden en señalar que no ha habido tanto flujo de personas como en otras ediciones, quizás debido, en parte, a que el arranque de la Feria estuvo acompañado por las lluvias y la coincidencia con el calendario electoral autonómico. El ligero descenso en las ventas se explica, además, por la disposición del público a buscar no tanto el libro antiguo, raro o descatalogado, como el de ocasión o lance.
No obstante, desde el equipo gestor de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión el balance final es optimista, ya que este evento cultural sigue gozando de algunos de sus puntos fuertes, como son la ubicación estratégica en la Plaza Nueva, centro neurálgico de la ciudad; el calendario de celebración, extenso, con varios fines de semana y el puente de diciembre, así como el apoyo institucional, que ha favorecido su difusión.
Además, “estamos satisfechos con los resultados de los dos principales cambios emprendidos en 2018: la apuesta por la programación cultural, que ha extendido el ámbito de la Feria a otros barrios de la ciudad y que ha despertado el interés del público, y la inclusión de un proyecto de comunicación, que está contribuyendo a imprimir una imagen de adaptación a los tiempos actuales”.
Al igual que en otras ediciones, el buen ambiente, la estabilidad en la organización y la concentración de personas interesadas en el mundo del libro son otros de los factores positivos que motivan a la Asociación de Amigos del Libro Antiguo a continuar por este camino.
La 41ª edición de la FLAOS arrancó el pasado 15 de noviembre con la lectura del Pregón a cargo del escritor peruano, afincado en Sevilla, Fernando Iwasaki, quien consiguió llenar el aforo del Salón de Actos del Círculo Industrial y Mercantil de Sevilla, con su texto titulado ‘El diccionario de mi padre’.
Una de las principales novedades fue la réplica juvenil a este acto, que se celebró el 30 de noviembre en el Monasterio de San Jerónimo, donde más de 40 niños y niñas de 10 y 11 años pusieron en escena sus propios pregones, con ocho historias creadas por ellos mismos en torno a los libros, la lectura y la imaginación.
Con este acto, al que asistieron un centenar de personas, culminaba el proyecto #LibroViejo, desarrollado en colaboración con la empresa Pinae, Arte y Educación, en el CEPR Buenavista de San Jerónimo.
Durante dos meses, en distintas sesiones, tanto en el centro educativo como en la Biblioteca de San Jerónimo, dos arteducadoras estuvieron trabajando con el alumnado de 5º de Primaria en una serie de dinámicas educativas sobre el proceso de creación de un libro, en la definición de libro antiguo y sus diferencias con el libro nuevo, y en la recopilación de ideas para la exposición pública de sus pregones.
Para la Asociación de Amigos del Libro Antiguo, este proyecto era muy importante ya que, desde hacía tiempo, anhelaba la implicación con la comunidad educativa de la ciudad, así como la extensión de la Feria a otros barrios de la ciudad. El resultado ha sido muy emocionante, ya que, como dijo la joven presentadora del acto, “para nosotros es muy importante estar aquí porque en dos meses hemos descubierto que somos especialistas en inventar cuentos y personajes”.
Otra de las propuestas culturales que más interés despertó fue la organización de las rutas por las antiguas imprentas manuales de Sevilla, guiadas por Palacios y Conventos de Sevilla. Pasados dos días desde su anuncio, se llenaron las plazas para las cinco fechas de rutas guiadas, en las que participaron más de 70 personas. Esta actividad, sin duda, se repetirá en próximas ediciones.
Así mismo, la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Casa de los Poetas y las Letras, volvió a destacar entre la programación cultural, con lleno total en las dos tardes del ciclo de conferencias De libros antiguos y ciudades de ocasión (o viceversa) que se desarrolló en el Círculo Mercantil. Este ciclo permitió escuchar a escritores como Andrés Trapiello, Felipe Benítez Reyes, Sara Mesa y Soledad Galán y a periodistas como Nuria Azancot y Andrés González-Barba.
Otro de los puntos fuertes de la Feria del Libro Antiguo han sido las dos publicaciones: Fruslerías históricas sevillanas, de Manuel Gómez Imaz y con prólogo del catedrático de Historia Contemporánea, Manuel Moreno Alonso (EUS) y el fotolibro La calle de los libros.
De cara a 2019 y a la 42ª edición, el equipo gestor empezará a trabajar en el desarrollo de un proyecto que se resume en dos puntos: la recuperación del patrimonio editorial y de la memoria relacionada con el libro de papel, así como una mayor y mejor programación cultural, con especial incidencia en el público infantil y joven.
Tras esta primera experiencia, la idea es consolidar la programación cultural atendiendo a distintos públicos, con la repetición del proyecto #LibroViejo en otros centros educativos y en otros barrios de la ciudad; el Proyecto Proust, que utiliza el libro como herramienta de memoria personal y comunitaria; nuevas rutas culturales, la Biblioteca de Hispanistas, unas jornadas temáticas sobre el libro, la imprenta y la cultura humanista, la recuperación de la Colección de Bibliofilia, así como propuestas expositivas.
El esfuerzo realizado en la consecución de la 41ª edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla ha sido posible gracias a la estabilidad presupuestaria, principalmente debida a la aportación del Ayuntamiento de Sevilla. En 2018, se mantuvieron como entidades colaboradoras la Diputación de Sevilla, la Universidad de Sevilla, el Círculo Mercantil e Industrial, mientras que se han incorporado como nuevos patrocinadores la plataforma IberLibro y el Aula de Cultura de la Universidad Loyola Andalucía.